En un anuncio que marca un hito en la carrera por integrar la inteligencia artificial en la aviación de combate, el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (AFRL, por sus siglas en inglés) anunció que un avión experimental X-62A fue pilotado exitosamente por inteligencia artificial en un simulacro de combate aéreo contra un piloto humano en un avión F-16. Pese a que no se han proporcionado las fechas concretas, se sabe que el evento tuvo lugar el año pasado.
Este desarrollo es un resultado directo del esfuerzo conjunto de la Escuela de Pilotos de Pruebas de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF TPS) y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) como parte del programa Air Combat Evolution (ACE).
Aunque, debido a los avances en tecnología de misiles y sistemas de guerra electrónica, el combate aéreo entre aviones es un fenómeno cada vez menos frecuente en los conflictos bélicos modernos, ello no minimiza la importancia de los avances del AFRL. La posibilidad de combates aéreos sigue siendo un escenario crucial para el desarrollo y la prueba de tecnologías emergentes.
El proceso hacia este logro ha sido relativamente rápido y eficaz, con el AFRL y sus socios integrando agentes de inteligencia artificial activos en los sistemas del X-62A y demostrando combates aéreos entre inteligencia artificial y pilotos humanos en menos de un año. Las pruebas se llevaron a cabo en la base Edwards de las Fuerzas Aéreas, en California, destacando enfrentamientos ofensivos a velocidades de hasta 1.200 millas por hora y a una proximidad de 2.000 pies.
El comunicado del AFRL subraya asimismo que, aunque los pilotos de seguridad estaban listos para intervenir, nunca fue necesario activar el interruptor de seguridad durante los combates. La IA empleada no era determinista, permitiendo decisiones y tácticas adaptativas en tiempo real, lo que supone un “primer uso de autonomía basada en aprendizaje automático en sistemas críticos de vuelo”, que podría influir considerablemente en futuros desarrollos para aplicaciones tanto comerciales como de defensa.
Pese a que, según los expertos, el X-62A muestra avances importantes en la aviación de combate moderno, la tecnología suscita preocupaciones significativas, particularmente en cuanto a la seguridad operativa y la potencial capacidad de los sistemas de IA para tomar decisiones letales de manera autónoma. Aunque la industria de la aviación está acostumbrada a la automatización, el aprendizaje automático ha sido tradicionalmente excluido de escenarios de combate aéreo debido a los riesgos inherentes de la IA.
DARPA y la Escuela de Pilotos de Pruebas de la Fuerza Aérea planean continuar refinando y expandiendo las capacidades del X-62A con pruebas continuas programadas en 2024. Este desarrollo continuo tiene como objetivo validar aún más la eficacia y seguridad de la IA en maniobras aéreas complejas, potencialmente estableciendo nuevos estándares para el vuelo autónomo en aplicaciones tanto militares como civiles de la industria aeroespacial.