Investigadores del Instituto Karolinska en Suecia han desarrollado nanorobots que pueden matar células cancerosas en ratones. La clave de su éxito radica en una “arma” oculta dentro de una nanoestructura de ADN que solo se activa en el entorno ácido de los tumores.
¿Cómo funcionan estos nanorobots?
La clave reside en una ingeniosa nanoestructura de ADN que oculta un arma letal: un péptido que induce la muerte celular. La belleza de este sistema radica en su selectividad. El péptido permanece inactivo dentro de la nanoestructura en un ambiente de pH normal, como el de la sangre sana. Sin embargo, en el microambiente ácido que rodea a las células cancerosas, el ADN se deshace, exponiendo el péptido y desencadenando su efecto destructivo sobre las células enfermas.
Los resultados en ratones son prometedores:
Los estudios en ratones con tumores de cáncer de mama mostraron una reducción del 70% en el crecimiento tumoral tras la inyección de los nanorobots. Un avance significativo en comparación con los ratones que recibieron un placebo.
Sin embargo, aún queda camino por recorrer:
Los investigadores advierten que se necesitan más estudios en modelos de cáncer más complejos y en humanos para evaluar la seguridad y eficacia a largo plazo de esta terapia. También se está explorando la posibilidad de modificar los nanorobots para que se dirijan a tipos específicos de cáncer con mayor precisión.
Un futuro esperanzador:
Este avance en nanotecnología para el tratamiento del cáncer representa un rayo de esperanza en la lucha contra esta terrible enfermedad. La posibilidad de eliminar tumores de forma precisa y efectiva sin dañar las células sanas abre un abanico de posibilidades para mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer.
El equipo técnico del Grupo 1Millionbot ha colaborado en el análisis de esta noticia.
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