Amazon ha dado a conocer recientemente las cifras de venta generadas a través de Rufus, su asistente de compras impulsado por IA, según la compañía tienen previsto que genere más de 10.000 millones de dólares en ventas.

La información se dio a conocer llegó durante la presentación de resultados del tercer trimestre, cuando el CEO Andy Jassy compartió métricas que demuestran cómo una conversación bien diseñada se traduce directamente en ingresos.
Los clientes que interactúan con Rufus durante su proceso de compra tienen un 60% más de probabilidades de completar una compra comparado con quienes no usan el asistente. Un dato que subraya una realidad: la IA conversacional no es el futuro del comercio electrónico. Ya es su presente. Rufus, lanzado en beta en febrero de 2024, es un asistente de compras integrado directamente en la app móvil y el sitio web de Amazon. Amazon entrenó a Rufus con todo su catálogo de productos, además de reseñas de clientes, preguntas y respuestas de la comunidad, e información de toda la web. El resultado es un asistente capaz de mantener conversaciones sofisticadas sobre cualquier producto imaginable. ¿La diferencia entre zapatillas de trail y de asfalto?
Rufus te explica materiales, patrones de agarre y casos de uso. ¿Si un abrigo específico sirve para invierno riguroso? El asistente analiza especificaciones técnicas, comentarios de usuarios sobre temperaturas reales, y te ofrece alternativas mejor valoradas si lo considera necesario. La estrategia es transparente pero efectiva: si el cliente encuentra toda la información, confianza y orientación dentro de Amazon, no necesita salir a buscar en Google, donde podría descubrir competidores, ni consultar a ChatGPT, que podría recomendarle otras tiendas. Rufus retiene, educa y convierte.
Durante 2025, 250 millones de compradores han usado Rufus, con usuarios activos mensuales creciendo un 140% interanual y las interacciones aumentando un 210%. Pero las cifras más reveladoras están en el interior. Según un artículo publicado en abril en Business Insider Amazon tenía previsto que Rufus contribuiría indirectamente con más de 700 millones de dólares en beneficios operativos para 2025, con expectativas de alcanzar 1.200 millones de dólares en 2027. Estas proyecciones incluyen ingresos por publicidad integrada en las respuestas del asistente.
La métrica que Amazon usa internamente se llama “impacto downstream”: mide cómo características o servicios específicos impulsan el gasto adicional de los consumidores en su marketplace, usando un modelo de atribución móvil de siete días para capturar conversiones retrasadas. Es decir, Amazon cuenta las compras que resultan de interacciones con Rufus incluso si no ocurren inmediatamente. Esta metodología es crucial. No hablamos solo de productos que Rufus recomienda y que se compran en el mismo instante. Hablamos de un asistente que influye en decisiones de compra que maduran durante días, educando al cliente hasta que finalmente convierte.
Más allá de Rufus: el ecosistema de IA retail de Amazon Rufus no es una isla. Es parte de una estrategia más amplia donde Amazon está integrando IA generativa en cada punto de contacto con el cliente. La compañía ha lanzado funciones de IA generativa que convierten resúmenes de productos y reseñas en clips de audio, expandiéndose desde cubrir cientos de productos en el lanzamiento hasta millones actualmente. Ideal para usuarios que prefieren escuchar mientras hacen otras tareas.
Amazon Lens permite a los clientes usar las cámaras de sus smartphones para buscar productos visualmente, con decenas de millones de clientes usándolo cada mes. Ves unos zapatos que te gustan por la calle, apuntas con el móvil, y Amazon te muestra opciones similares disponibles para entrega inmediata. Amazon también introdujo “Help Me Decide“, una función que usa algoritmos para ofrecer orientación cuando los compradores se sienten abrumados por las opciones. El sistema detecta indecisión y estructura la información para facilitar la elección.
Todo este ecosistema comparte un objetivo: convertir la fricción en fluidez. Cada duda, cada momento de incertidumbre, cada obstáculo en el proceso de compra es una oportunidad para que la IA intervenga y suavice el camino hacia la conversión.
Tras lanzarse en Estados Unidos, Amazon desplegó Rufus en Reino Unido, India, Francia, Alemania, Italia, España y Canadá, refinando continuamente la herramienta según aprende de los patrones de cada mercado. Esta expansión global no es cosmética. Cada región presenta desafíos lingüísticos, culturales y de comportamiento de compra únicos. Un asistente que funciona brillantemente en inglés americano puede fallar estrepitosamente si no entiende modismos locales, preferencias culturales o expectativas de servicio específicas de cada país. Amazon está invirtiendo recursos masivos en adaptar Rufus a estas particularidades, entrenando modelos específicos que capturan la diversidad de cómo las personas buscan y compran en diferentes partes del mundo.
Los 10.000 millones de dólares que Rufus generará no surgen de la nada. Requieren una infraestructura descomunal que Amazon está construyendo a un ritmo vertiginoso. La compañía elevó su previsión de gastos de capital para 2025 de 118.000 millones a 125.000 millones de dólares, con el CFO Brian Olsavsky indicando que el gasto probablemente aumentará nuevamente en 2026. Gran parte se destina a construir centros de datos y adquirir poder computacional para soportar aplicaciones de IA en todas las operaciones de Amazon.
Días antes de la presentación de resultados, surgió una noticia incómoda para Amazon, la compañía confirmó que eliminará aproximadamente 14.000 puestos corporativos. La automatización inteligente genera eficiencias espectaculares que aumentan márgenes y valoraciones bursátiles (las acciones de Amazon subieron más del 13% en operaciones fuera de horario tras el anuncio), pero distribuye esos beneficios de forma desigual, dejando a miles de trabajadores fuera del reparto.
Sin duda los números parecen justifican la apuesta Amazon y los ingresos del tercer trimestre aumentaron un 13% hasta 180.200 millones de dólares, superando las expectativas de los analistas de 177.800 millones. La división de computación en la nube, Amazon Web Services, registró un crecimiento de ingresos del 20% hasta alcanzar los 33.000 millones de dólares, su expansión más rápida desde 2022, según Jassy. El negocio publicitario de Amazon también mostró resultados sólidos, con ingresos aumentando un 22% hasta 17.600 millones de dólares en el tercer trimestre. Jassy atribuyó parte de ese crecimiento a la plataforma del lado de la demanda de la compañía, mejorada con nuevas funciones en los últimos 20 meses y que ahora integra inventario publicitario de Netflix, Spotify y SiriusXM. Amazon no está eligiendo entre ser empresa de nube, plataforma publicitaria o comercio electrónico. Es las tres simultáneamente, con la IA como columna vertebral que las conecta.
Rufus ha demostrado que la IA conversacional funciona cuando resuelve problemas reales. Rufus no es un gadget tecnológico sino que aborda una fricción genuina: la parálisis por exceso de opciones y falta de información confiable. Los clientes no usan Rufus porque sea novedoso, sino porque hace que comprar sea más fácil. Los números importan más que el hype. Amazon no se limitó a decir “Rufus es increíble”. Cuantificó su impacto en términos que cualquier CEO entiende: dólares, tasas de conversión, crecimiento de usuarios. La integración vertical es una ventaja decisiva. Amazon controla toda la cadena: el marketplace, los datos, la infraestructura de cómputo, el modelo de IA. Esa integración permite iterar rápido, aprender de millones de interacciones y optimizar sin depender de terceros.
Amazon está construyendo un futuro donde el acto de comprar se vuelve casi invisible. No buscas productos, conversas sobre necesidades. No comparas especificaciones, pides recomendaciones personalizadas basadas en tu historial, contexto y limitaciones. No dudas ante la incertidumbre, Rufus te guía con precisión quirúrgica hacia la mejor elección. Las tiendas físicas que sobrevivan integrarán asistentes similares. Las marcas que prosperen serán aquellas cuyos productos sean fácilmente explicables y recomendables por sistemas de IA. Los vendedores humanos se especializarán en casos complejos que requieran empatía genuina, mientras la IA maneja el 80% de las interacciones rutinarias. Amazon acaba de poner un precio a ese futuro: 10.000 millones de dólares anuales. Y apenas estamos en los primeros capítulos de esta historia.
Más información: https://fortune.com/2025/11/02/amazon-rufus-ai-shopping-assistant-chatbot-10-billion-sales-monetization/
Si después de leer esto tienes claro que necesitas un asistente de IA para mejorar tus ventas no dudes en contactarnos