La “industria” turística tiene que concienciarse de que en la era del móvil, los asistentes virtuales o chatbots están llamados a convertirse en mucho más que herramienta imprescindible para fidelizar y ofrecer una experiencia personalizada a cada cliente. Los chatbots revolucionarán nuestros servicios turísticos, y serán un referente del potencial de la Inteligencia Artificial aplicada al sector.
En vez de explicar en términos teóricos las prestaciones potenciales de un chatbot se me ocurren citar algunas ocasiones muy prácticas en las que hubiera agradecido tener un chatbot a mano.
- Información general del lugar: Preguntar información básica como si de un residente local o guía turista se tratara. Moneda y cambio, zonas de la ciudad, restaurantes, eventos, tradiciones locales, historia, fiestas, etc.
- Check-in y Check-out. Es uno de los momentos pésimamente resuelto por los hoteles. Cuando llegas estás cansado y quieres irte rápidamente a la habitación, cuando sales es mediodía hay cola o tienes el tiempo justo para enlazar con un medio de transporte. La eficiencia de plataformas como Airbnb hace todavía más evidente la necesidad de mejorar radicalmente la entrada y salida de los hoteles. Los chatbots se integran con los CRMs y pueden propiciar un registro o pago previo (mientras se viaja, antes de llegar al hotel, o en la misma habitación).
- Llamar a recepción o al servicio de habitaciones. A veces no hay forma de encontrar qué número interno debo marcar y hay que revisar un grueso manual de servicios del hotel, no siempre bien actualizado. Mientras que cambiar los manuales de instrucciones de cada habitación, una página web o una app es un proceso lento y tedioso. Actualizar una respuesta en el cuadro de mando de un chatbot es fácil e instantáneo. El chabots además pueden conectarse automáticamente aquellas bases de datos o sistemas que tenga información actualizada (interna, o externa, ej. el tiempo, horarios de transportes, etc.).
- Mi preferencias (Recordar quién eres y lo que te gusta). Los servicios personalizados son uno de los puntos fuertes de la IA y los chatbots. La generación de data colectivo e individualizado. La capacidad de generar data para mejorar y personalizar servicios. Los empleados cambian, los chatbots van acumulando todas la preferencias y necesidades de un cliente para hacer una experiencia única.
- City Tour. A menudo queremos conocer los puntos de interés al visitar una nueva ciudad. A pesar que existen cientos de apps, ese es el principal problema, se pierde mucho tiempo y casi siempre se citan los mismos lugares. Con la intervención de un chatbot podríamos preguntarle por los puntos de interés adaptado a nuestros gustos y nos daría la información concreta y precisa. Por ejemplo, si buscamos restaurantes de cocina local, le preguntaría directamente al chatbot como si de un amigo se tratara y me recomendará en función de mis gustos.
- Información transporte en la ciudad: queremos desplazarnos desde un punto a otro en una ciudad que no conocemos, pero no estamos seguros si será más rápido en metro o en bus o quizás más caro en taxi que en bus. Preguntando al chatbot especializado en transporte nos recomendará la mejor opción para nosotros, en función del horario, ubicación y día concreto.
- Feedback muy valioso para hoteles y otros comercios: como todos sabemos la experiencia de cliente es lo más valioso para cualquier empresa y pocos usuarios cumplimentan las encuestas de satisfacción. El simple hecho de tener un chatbot atendiendo al cliente, hace que sepamos en cada momento cómo está siendo la experiencia del mismo y nos ayudará a tomar medidas y estrategias con esa información.
- Reservar en un restaurantes cercano, teatro, cine…
Estas son solo algunas de las aplicaciones posibles que los chatbots junto a la Inteligencia Artificial están resolviendo actualmente e irán mejorando con el paso del tiempo. Seguro que su ámbito de aplicación es mucho mayor que el citado y no dejarán de sorprendernos cada día un poco más.
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