La IA está revolucionando el neuromarketing
Si bien es cierto que la IA no puede compararse aún con la inteligencia humana, está claro que uno de los defectos más importantes a la hora de tomar una decisión es que la gente miente y en esto, la biometría tiene ventajas al reconocer los sentimientos de los usuarios de forma más efectiva que los humanos, lo que mejoraría la efectividad de las campañas de marketing de forma significativa.
Para el marketing hasta hace poco, la mejor manera de averiguar si los consumidores les gustaba un producto era preguntarles qué pensaban al respecto. Pero especialmente en determinados grupos, la gente tiende a tergiversar la verdad, destrozando el valor de todo el estudio. En los últimos años, la IA ha ofrecido un enorme impulso al neuromarketing (la ciencia de la lectura de la mente de los consumidores para medir sus reacciones a los estímulos de marketing).
Estas son tres de las tecnologías clave que ayudan a los neuromarketers a proporcionar campañas de marketing más efectivas a través de la integración de la IA.
El reconocimiento facial ofrece una ventana al subconsciente
Los científicos estiman que el 90 por ciento de la toma de decisiones humanas es impulsada por el subconsciente. Las expresiones faciales ofrecen una ventana a ese subconsciente comunicando seis emociones básicas: felicidad, sorpresa, ira, disgusto, tristeza y miedo. Como ilustra la enigmática sonrisa de Mona Lisa, no siempre es posible obtener una lectura precisa de emociones complejas. Sin embargo, utilizando el aprendizaje automático, los sistemas de detección facial pueden recorrer millones de imágenes de rostros para leer emociones con mayor precisión que un ser humano.
Entre los vendedores, uno de los líderes en el uso del reconocimiento facial es Disney. La compañía ha utilizado la tecnología para leer las caras de los espectadores mientras ven una película. Las pruebas de reconocimiento facial se han realizado utilizando algunas de las películas más recientes de Disney, incluyendo Star Wars: El despertar de la fuerza, El libro de la selva, por ejemplo.
La biometría ofrece más datos sobre las emociones
El reconocimiento facial y la biometría ofrecen los medios para leer las emociones. En 2015, Jaguar dio brazaletes biométricos para detectar las emociones de los espectadores de Wimbledon y rastreó momentos “emocionantes” durante el evento. Estas pulseras biométricas podrían medir el ritmo cardíaco y la temperatura del usuario (dos variables que aumentan cuando el consumidor siente la emoción).
Cuando se combina el reconocimiento facial basado en la IA, los conocimientos biométricos pueden ofrecer datos aún más precisos sobre las respuestas de los consumidores sobre las campañas de marketing. Estos datos podrían ser una bendición para la comercialización en particular.
Watson lee el clamor de la multitud
Watson de IBM (el sistema informático que responde a las preguntas hechas con lenguaje natural) no utiliza datos biométricos para medir la emoción en un evento. En su lugar, se basa en señales como el clamor de la multitud y las ovaciones para crear un mapa de momentos importantes para el torneo Master de Golf. Esta tecnología podría traducirse fácilmente a una variedad de casos de uso adicionales. Por ejemplo, Watson u otro sistema de IA podría identificar signos de interés del comprador, como al momento de leer una etiqueta o una mirada más detenida, para rastrear los éxitos en los procesos de expansión y las fórmulas exitosas para el embalaje.
Lo que hace que estos métodos sean más que meramente interesante es el hecho de que proporcionan los medios para obtener datos sobre las reacciones emocionales de los consumidores en tiempo real y ajustar el marketing en consecuencia.
Una vez que la IA se adopte plenamente en los procesos de neuromarketing, los vendedores tendrán la capacidad de hacer crowdsource con sus consumidores en sus campañas de marketing sin el temor de recoger datos poco fiables.
Fuente: Venture Beat
Seguir leyendo:
Trackbacks/Pingbacks